Todos somos videntes
La videncia es una capacidad que tenemos todas las personas para poder ver más allá de los acontecimientos cotidianos. No hay persona que no tenga esta capacidad y esto ha quedado demostrado a través de diversos estudios que se han hecho.
Sin embargo, cada vez son más las personas que nos preguntan en qué parte de su cuerpo habita esta habilidad y qué pueden hacer para usarla. En este post, daremos respuestas a todas estas preguntas.
¿Dónde se encuentra la videncia?
Las personas tenemos el cerebro dividido en dos partes: el hemisferio derecho y el izquierdo. Mientras que el lado derecho es el que trabaja con la lógica, la razón y la consciencia; el lado izquierdo es todo lo contrario. Este es el lado en el que están las capacidades extrasensoriales que todos tenemos. Por ello, si queremos poder hacer uso de estas capacidades, no nos queda otro remedio que empezar a entrenar ese lado del cerebro.
¿Por qué la videncia se manifiesta en algunas personas y en otras no?
No hay nadie que no pueda ser vidente. De hecho, todos tenemos esta parte izquierda en el cerebro, por lo que todos tenemos esta capacidad y la podríamos usar en función de nuestras necesidades. Lo que sucede es que hay personas que nacen con esta parte desarrollada, lo que hace que puedan percibir muchas sensaciones que los demás no podemos. Sin embargo, con un buen entrenamiento, podremos ver lo mismo que estas personas.
¿Cómo puedo desarrollar esta parte del cerebro?
Lo primero que debemos hacer es liberar la mente de todo lo que hay en ella. Son muchas las veces que se nos ha dicho que no podemos “ver” más allá y esto ha creado un bloqueo en nuestra mente. El primer paso es desbloquear la mente. La mejor manera para hacerlo es a través de la meditación. Debes encontrar un sitio tranquilo en el que puedas dejar la mente en blanco. Es necesario que convenzas a tu otra parte del cerebro que tienes esta capacidad y que la vas a desarrollar.
Una vez hayas conseguido sacar este bloqueo de tu mente, hay varios experimentos que te pueden ayudar a mejorar tus capacidades. Sea cual sea el experimento que vayas a hacer, lo primero que tienes que preparar es una habitación en la que te puedas relajar, en la que no haya sonidos ni nada que te pueda distraer.
Para empezar a trabajar con la videncia, hay dos maneras que son las mejores para empezar. Por un lado, puedes ser tú el centro de tus meditaciones o, por el otro, puedes basarte en una persona que haya fallecido.
Una vez tengas claro en qué te quieres basar, solo debes ponerte a meditar en ti o en la persona elegida. Ahora es momento de convencerte a ti mismo de que quieres ver las situaciones en las que te vas a encontrar y, a medida que vayas practicando, verás que cada vez ves situaciones más claras.
Ahora que ya sabes cómo desarrollar un tu mente, te animamos a que lo hagas para que puedas ver cuáles son las situaciones que llegarán a tu vida y qué es lo que debes hacer para salir de ellas de una manera positiva.